por Tenzin Wangyal Rinpoche:
Maestro de la antigua tradición Bön Po de Tibet
"Es muy importante descubrir a través de la auto-observación que nivel de integración de las enseñanzas somos capaces de practicar y aplicar, de lo contrario existirá un vacío entre las enseñanzas de Dzogchen y nuestras aspiraciones como practicantes de Dzogchen. Cuando mi maestro Lopon Tenzin Namdak dio enseñanzas sobre el ' Zhang Zhung Nyan Gyud' en Italia en 1989 dijo, ' La enseñanza es Dzogchen, nosotros no somos Dzogchen. ‘Él estaba hablando sobre el vacío entre la explicación del estado o base dado en las enseñanzas y la condición dualística que nosotros vivimos en nuestra mente conceptual. Nosotros podemos ver fácilmente si hay este vacío cuando surge una pasión como la ira. Cuando recibimos enseñanzas, aprendemos acerca de la integración de la práctica y la auto-liberación, pero muy a menudo no hay ninguna relación funcional entre lo que nosotros hemos aprendido en las enseñanzas sobre las pasiones y lo que pasa dentro de nosotros cuando una pasión como la ira surge. Eso significa que la enseñanza no está trabajando y la ira que nosotros sentimos no corresponde al enojo del que nosotros hablábamos según las enseñanzas. En términos prácticos, éste es el vacío sobre el que mi maestro estaba hablando. En el momento en que una pasión surge, nosotros nos olvidamos de todas las explicaciones. Para eliminar este vacío cuando intentamos aplicar la integración de la enseñanza, es importante no seguir ciegamente lo que los textos nos dicen sobre la auto-liberación, sino primero analizar nuestra propia condición y determinar en qué fase de práctica estamos, qué nivel de practicante hemos alcanzado, y entonces aplicar el punto de vista apropiado y la práctica adecuada. Es como si nosotros estamos enfermos. Nosotros tenemos que averiguar qué enfermedad tenemos y qué tipo de medicina debemos tomar. Por tanto el primer paso que debemos hacer hacia la integración es determinar qué nivel tenemos para trabajar sobre él, y no intentar aplicar inmediatamente el punto de vista más alto de las enseñanzas de la integración y la auto-liberación, de otro modo el vacío surgirá entre la enseñanza y nuestra capacidad de aplicarla en la vida cotidiana
De esta manera, la integración es una cosa, y lo que nosotros hacemos es otra. Nosotros debemos conectar lo que aprendemos sobre la liberación de las pasiones en las enseñanzas y lo que nosotros realmente experimentamos cuando sentimos que las pasiones surgen."
Por Tulku Urgyen Rinpoche:
Tulku Urgyen Rinpoche es uno de los últimos grandes maestros vivos de Tibet. Fue el maestro Dzogchen del Decimosexto Karmapa , y más recientemente de los regentes de Kagyu Shamar, Situ de Tai, Jamgon Kongtrul y Gyaltsop Rinpoches, así como de muchos otros lamas importantes.
"La razón principal por la que no puede enseñarse únicamente la visión trascendental es que pocas personas entenderán correctamente el punto principal creyendo, ' yo sólo necesito la visión trascendental ¡No hay nada que hacer! Yo puedo dejar todas las actividades y prácticas! ‘Por supuesto, esto puede ser verdad en cierto sentido; sin embargo, lo que pasa cuando alguien deja la práctica del Dharma convencional demasiado pronto, es que esa persona falla en hacer la práctica espiritual en términos de purificación de las obscuraciones y el recogimiento de las acumulaciones. Al mismo tiempo, él o ella no comprenden de verdad, no progresa, y no logra estabilidad en la visión trascendental. El resultado final es que la visión trascendental sigue siendo una idea mientras su conducta muestra no tener atención a lo bueno y lo malo. Eso es lo que Padmasambhava quiso decir por ' perder la conducta en la visión trascendental. ' "Nosotros necesitamos integrar la visión trascendental y la conducta. Padmasambhava dijo sabiamente, ' Aunque tu visión trascendental sea más alta que el cielo, vigila tus acciones más finamente que la harina de la cebada. ‘Entendiendo la expresión ' más fino que la harina de cebada por la voluntad de adoptar lo que es bueno y evitar lo que es malo, con respeto por la ley de causa y efecto, con atención al mas mínimo detalle. Esto es mantener la armonía entre la visión trascendental y la conducta.
Por el contrario, separando las propias acciones de la visión trascendente, es de algún modo convencerse a sí mismo de que no hay ninguna necesidad de hacer la práctica preliminar , ninguna necesidad de cualquier buena acción, ninguna necesidad de hacer ofrendas, y ninguna necesidad de disculparse por las acciones malas. Uno puede engañarse a sí mismo creyendo que sólo necesita permanecer en la simplicidad. Eso honestamente significa, sin embargo, que semejante persona no hará ningún progreso espiritual. Finalmente, es verdad que "no hay nada que hacer", pero esto sólo es verdad cuando uno ha pasado a través de la puerta de la comprensión, la experiencia del despertar, y la realización. Mantener una convicción intelectual del punto de vista trascendental sin haber hecho la práctica es una grave equivocación. Así es cómo el autodidacta practicante de Dzogchen se pierde."
Los Tres Preceptos Incisivos de Garab Dorje
Tshig gsum gnad brdegs
Una introducción directa a la naturaleza de la mente es el primer imperativo.
Convicción absoluta en la práctica es el segundo imperativo.
Confianza implícita en soltar es el tercer imperativo.
Estos tres preceptos incisivos fueron el último testamento escencial de Garab Dorje, el tulku de Vajrapani, Maestro de los misterios, a su discípulo Manjushrimitra. Ellos describen la esencia del Dzogchen
La extraordinaria enseñanza de la gloriosa y soberana sabiduría
Khepa sri gyelpo khyad chos
Una exposición de "Los tres preceptos incisivos" de Garab Dorje por Patrul Rinpoche
Para algunos el Khepa Sri Gyelpo por Patrul Rinpoche es el texto individual más importante de Dzogchen en la tradición del Dzogchen Nyingthik. Dentro del marco de la visión, la meditación y la acción, Patrul Rinpoche incluye los tres preceptos incisivos o imperativos de Garab Dorje en su exposición de la visión o examen de la atiyoga del Dzogchen. El da instrucciones muy precisas sobre la práctica de la visión y la meditación. La técnica meditativa empleada es la expresión explosiva de la sílaba sagrada PHAT. Un prerrequisito necesario para la práctica de esta instrucción es la introducción experimental a la naturaleza de la mente a través de la sucesión lineal.
¡Homenaje al Gurú!
La visión es Longchen Rabjam, la Vasta Extensión Todo Permeante;
la meditación es Khyentse Wozer, la Brillantez de la Sabiduría y del Amor;
la acción es Gyelwai Nyugu, el Bodisatva.
Practicando tal visión, meditación y acción,
sin tensión o esfuerzo obtendrás la budeidad en esta vida;
y fallando en eso - ¡qué paz mental!
Sí, Visión es Longchen Rabjam, la Vasta Extensión Todo Permeante,
y los tres preceptos alcanzan esa realidad esencial.
Primero, mantén la mente relajada,
y, ni difuso ni concentrado, permanece sin pensamiento;
en este estado de equilibrio y relajación
abruptamente pronuncia un ¡PHAT! que pasme a la mente,
fuerte, alto y corto - y ¡ahí está!
nada más que asombro e iluminación.
En el asombro iluminado está la toda penetrante libertad de la mente,
y en esa inexpresable libertad toda penetrante de la mente
reconoce la total presencia del dharmakaya.
Una introducción directa a la naturaleza de la mente es el primer imperativo.
Entonces, ya sea que haya quietud o movimiento,
rabia o lujuria, felicidad o tristeza,
en todo momento y en cada situación,
sostén ese reconocimiento de la total presencia del dharmakaya.
La luz clara ´hijo´ uniéndose con la familiar luz ´madre´
permanecen absortas en la presencia total indescriptible.
Una y otra vez rompe la quietud, el júbilo, la claridad y el movimiento,
pronunciando abruptamente la sílaba de los métodos y de la intuición.
La absorción meditativa y la comprensión intuitiva subsecuentes son idénticas,
y las sesiones y los intervalos de meditación son indistinguibles:
siempre permanece en este estado de no diferenciación.
De cualquier modo, mientras que se esté desarrollando esta estabilidad,
renuncia al entretenimiento y atesora la meditación;
realiza prácticas de meditación formal en períodos establecidos,
y en todo momento y en cada situación
observa solo el libre juego del dharmakaya,
convencido de que no hay nada mas que eso.
Convicción absoluta es el segundo imperativo.
Si surgen lujuria o enojo, placer o dolor,
o cualquier pensamiento fortuito,
a través de reconocerlos directamente no queda ningún residuo;
intuyendo este aspecto liberador del dharmakaya,
análogo a una figura trazada en el agua,
se da el surgimiento espontáneo ininterrumpido y el soltar reflexivo.
Lo que sea que surja es el alimento de la presencia total desnuda y vacía;
lo que sea que se mueva es la creatividad del soberano dharmakaya
disolviéndose espontáneamente sin dejar rastro - ¡imponente!
La forma en la que las cosas surgen es la misma que antes;
la diferencia crucial está en la forma de soltarlas.
Sin esta función vital de soltar, la meditación es un sendero ilusorio;
imbuidos en esto, permanecemos en la no meditación del dharmakaya.
Confianza implícita en soltar es el tercer imperativo.
En esta visión que posee los tres imperativos, actúan como soporte:
la meditación, la interfusión de la sabiduría y el amor,
y la actividad acostumbrada del Bodisatva.
Incluso aunque los Budas del pasado, presente y futuro confieren,
no hay preceptos superiores a estos.
El Dharmakaya Descubridor de Tesoros, la creatividad de la presencia total,
extrajo este tesoro de la matriz de la comprensión intuitiva perfecta.
Este tesoro no es una extracción mineral de las rocas,
es el testamento final de Garab Dorje;*
es el elixir espiritual de las tres transmisiones
confiado con el sello de lo secreto a mis hijos de corazón.
Este mensaje proveniente del corazón es la verdad profunda;
esta verdad vital es el mensaje de mi corazón.
No abandonen esta verdad vital;
no dejen que estos preceptos se les escapen.
La enseñanza extraordinaria del Khepa Srigyelpo,
la Gloriosa y Soberana Sabiduría, está completa.
Como una ofrenda de acción de gracias a mis Lamas de Dzogchen, mediante su gracia este texto ha sido traducido por Kunzang Tenzin y terminado en la luna llena del primer mes del año del pájaro de hierro, febrero 18 de 1981. Que llegue a las manos de los afortunados y que beneficie a todos los seres.
Esta versión de la traducción incluye cambios menores. Terminada el décimo día del octavo mes del año del dragón de hierro, octubre 8 de 2000, en Kathmandú, Nepal.
¡Que todos los seres sean felices!
La Joya Del Corazón Del Afortunado
Maestro de la antigua tradición Bön Po de Tibet
"Es muy importante descubrir a través de la auto-observación que nivel de integración de las enseñanzas somos capaces de practicar y aplicar, de lo contrario existirá un vacío entre las enseñanzas de Dzogchen y nuestras aspiraciones como practicantes de Dzogchen. Cuando mi maestro Lopon Tenzin Namdak dio enseñanzas sobre el ' Zhang Zhung Nyan Gyud' en Italia en 1989 dijo, ' La enseñanza es Dzogchen, nosotros no somos Dzogchen. ‘Él estaba hablando sobre el vacío entre la explicación del estado o base dado en las enseñanzas y la condición dualística que nosotros vivimos en nuestra mente conceptual. Nosotros podemos ver fácilmente si hay este vacío cuando surge una pasión como la ira. Cuando recibimos enseñanzas, aprendemos acerca de la integración de la práctica y la auto-liberación, pero muy a menudo no hay ninguna relación funcional entre lo que nosotros hemos aprendido en las enseñanzas sobre las pasiones y lo que pasa dentro de nosotros cuando una pasión como la ira surge. Eso significa que la enseñanza no está trabajando y la ira que nosotros sentimos no corresponde al enojo del que nosotros hablábamos según las enseñanzas. En términos prácticos, éste es el vacío sobre el que mi maestro estaba hablando. En el momento en que una pasión surge, nosotros nos olvidamos de todas las explicaciones. Para eliminar este vacío cuando intentamos aplicar la integración de la enseñanza, es importante no seguir ciegamente lo que los textos nos dicen sobre la auto-liberación, sino primero analizar nuestra propia condición y determinar en qué fase de práctica estamos, qué nivel de practicante hemos alcanzado, y entonces aplicar el punto de vista apropiado y la práctica adecuada. Es como si nosotros estamos enfermos. Nosotros tenemos que averiguar qué enfermedad tenemos y qué tipo de medicina debemos tomar. Por tanto el primer paso que debemos hacer hacia la integración es determinar qué nivel tenemos para trabajar sobre él, y no intentar aplicar inmediatamente el punto de vista más alto de las enseñanzas de la integración y la auto-liberación, de otro modo el vacío surgirá entre la enseñanza y nuestra capacidad de aplicarla en la vida cotidiana
De esta manera, la integración es una cosa, y lo que nosotros hacemos es otra. Nosotros debemos conectar lo que aprendemos sobre la liberación de las pasiones en las enseñanzas y lo que nosotros realmente experimentamos cuando sentimos que las pasiones surgen."
Por Tulku Urgyen Rinpoche:
Tulku Urgyen Rinpoche es uno de los últimos grandes maestros vivos de Tibet. Fue el maestro Dzogchen del Decimosexto Karmapa , y más recientemente de los regentes de Kagyu Shamar, Situ de Tai, Jamgon Kongtrul y Gyaltsop Rinpoches, así como de muchos otros lamas importantes.
"La razón principal por la que no puede enseñarse únicamente la visión trascendental es que pocas personas entenderán correctamente el punto principal creyendo, ' yo sólo necesito la visión trascendental ¡No hay nada que hacer! Yo puedo dejar todas las actividades y prácticas! ‘Por supuesto, esto puede ser verdad en cierto sentido; sin embargo, lo que pasa cuando alguien deja la práctica del Dharma convencional demasiado pronto, es que esa persona falla en hacer la práctica espiritual en términos de purificación de las obscuraciones y el recogimiento de las acumulaciones. Al mismo tiempo, él o ella no comprenden de verdad, no progresa, y no logra estabilidad en la visión trascendental. El resultado final es que la visión trascendental sigue siendo una idea mientras su conducta muestra no tener atención a lo bueno y lo malo. Eso es lo que Padmasambhava quiso decir por ' perder la conducta en la visión trascendental. ' "Nosotros necesitamos integrar la visión trascendental y la conducta. Padmasambhava dijo sabiamente, ' Aunque tu visión trascendental sea más alta que el cielo, vigila tus acciones más finamente que la harina de la cebada. ‘Entendiendo la expresión ' más fino que la harina de cebada por la voluntad de adoptar lo que es bueno y evitar lo que es malo, con respeto por la ley de causa y efecto, con atención al mas mínimo detalle. Esto es mantener la armonía entre la visión trascendental y la conducta.
Por el contrario, separando las propias acciones de la visión trascendente, es de algún modo convencerse a sí mismo de que no hay ninguna necesidad de hacer la práctica preliminar , ninguna necesidad de cualquier buena acción, ninguna necesidad de hacer ofrendas, y ninguna necesidad de disculparse por las acciones malas. Uno puede engañarse a sí mismo creyendo que sólo necesita permanecer en la simplicidad. Eso honestamente significa, sin embargo, que semejante persona no hará ningún progreso espiritual. Finalmente, es verdad que "no hay nada que hacer", pero esto sólo es verdad cuando uno ha pasado a través de la puerta de la comprensión, la experiencia del despertar, y la realización. Mantener una convicción intelectual del punto de vista trascendental sin haber hecho la práctica es una grave equivocación. Así es cómo el autodidacta practicante de Dzogchen se pierde."
Los Tres Preceptos Incisivos de Garab Dorje
Tshig gsum gnad brdegs
Una introducción directa a la naturaleza de la mente es el primer imperativo.
Convicción absoluta en la práctica es el segundo imperativo.
Confianza implícita en soltar es el tercer imperativo.
Estos tres preceptos incisivos fueron el último testamento escencial de Garab Dorje, el tulku de Vajrapani, Maestro de los misterios, a su discípulo Manjushrimitra. Ellos describen la esencia del Dzogchen
La extraordinaria enseñanza de la gloriosa y soberana sabiduría
Khepa sri gyelpo khyad chos
Una exposición de "Los tres preceptos incisivos" de Garab Dorje por Patrul Rinpoche
Para algunos el Khepa Sri Gyelpo por Patrul Rinpoche es el texto individual más importante de Dzogchen en la tradición del Dzogchen Nyingthik. Dentro del marco de la visión, la meditación y la acción, Patrul Rinpoche incluye los tres preceptos incisivos o imperativos de Garab Dorje en su exposición de la visión o examen de la atiyoga del Dzogchen. El da instrucciones muy precisas sobre la práctica de la visión y la meditación. La técnica meditativa empleada es la expresión explosiva de la sílaba sagrada PHAT. Un prerrequisito necesario para la práctica de esta instrucción es la introducción experimental a la naturaleza de la mente a través de la sucesión lineal.
¡Homenaje al Gurú!
La visión es Longchen Rabjam, la Vasta Extensión Todo Permeante;
la meditación es Khyentse Wozer, la Brillantez de la Sabiduría y del Amor;
la acción es Gyelwai Nyugu, el Bodisatva.
Practicando tal visión, meditación y acción,
sin tensión o esfuerzo obtendrás la budeidad en esta vida;
y fallando en eso - ¡qué paz mental!
Sí, Visión es Longchen Rabjam, la Vasta Extensión Todo Permeante,
y los tres preceptos alcanzan esa realidad esencial.
Primero, mantén la mente relajada,
y, ni difuso ni concentrado, permanece sin pensamiento;
en este estado de equilibrio y relajación
abruptamente pronuncia un ¡PHAT! que pasme a la mente,
fuerte, alto y corto - y ¡ahí está!
nada más que asombro e iluminación.
En el asombro iluminado está la toda penetrante libertad de la mente,
y en esa inexpresable libertad toda penetrante de la mente
reconoce la total presencia del dharmakaya.
Una introducción directa a la naturaleza de la mente es el primer imperativo.
Entonces, ya sea que haya quietud o movimiento,
rabia o lujuria, felicidad o tristeza,
en todo momento y en cada situación,
sostén ese reconocimiento de la total presencia del dharmakaya.
La luz clara ´hijo´ uniéndose con la familiar luz ´madre´
permanecen absortas en la presencia total indescriptible.
Una y otra vez rompe la quietud, el júbilo, la claridad y el movimiento,
pronunciando abruptamente la sílaba de los métodos y de la intuición.
La absorción meditativa y la comprensión intuitiva subsecuentes son idénticas,
y las sesiones y los intervalos de meditación son indistinguibles:
siempre permanece en este estado de no diferenciación.
De cualquier modo, mientras que se esté desarrollando esta estabilidad,
renuncia al entretenimiento y atesora la meditación;
realiza prácticas de meditación formal en períodos establecidos,
y en todo momento y en cada situación
observa solo el libre juego del dharmakaya,
convencido de que no hay nada mas que eso.
Convicción absoluta es el segundo imperativo.
Si surgen lujuria o enojo, placer o dolor,
o cualquier pensamiento fortuito,
a través de reconocerlos directamente no queda ningún residuo;
intuyendo este aspecto liberador del dharmakaya,
análogo a una figura trazada en el agua,
se da el surgimiento espontáneo ininterrumpido y el soltar reflexivo.
Lo que sea que surja es el alimento de la presencia total desnuda y vacía;
lo que sea que se mueva es la creatividad del soberano dharmakaya
disolviéndose espontáneamente sin dejar rastro - ¡imponente!
La forma en la que las cosas surgen es la misma que antes;
la diferencia crucial está en la forma de soltarlas.
Sin esta función vital de soltar, la meditación es un sendero ilusorio;
imbuidos en esto, permanecemos en la no meditación del dharmakaya.
Confianza implícita en soltar es el tercer imperativo.
En esta visión que posee los tres imperativos, actúan como soporte:
la meditación, la interfusión de la sabiduría y el amor,
y la actividad acostumbrada del Bodisatva.
Incluso aunque los Budas del pasado, presente y futuro confieren,
no hay preceptos superiores a estos.
El Dharmakaya Descubridor de Tesoros, la creatividad de la presencia total,
extrajo este tesoro de la matriz de la comprensión intuitiva perfecta.
Este tesoro no es una extracción mineral de las rocas,
es el testamento final de Garab Dorje;*
es el elixir espiritual de las tres transmisiones
confiado con el sello de lo secreto a mis hijos de corazón.
Este mensaje proveniente del corazón es la verdad profunda;
esta verdad vital es el mensaje de mi corazón.
No abandonen esta verdad vital;
no dejen que estos preceptos se les escapen.
La enseñanza extraordinaria del Khepa Srigyelpo,
la Gloriosa y Soberana Sabiduría, está completa.
Como una ofrenda de acción de gracias a mis Lamas de Dzogchen, mediante su gracia este texto ha sido traducido por Kunzang Tenzin y terminado en la luna llena del primer mes del año del pájaro de hierro, febrero 18 de 1981. Que llegue a las manos de los afortunados y que beneficie a todos los seres.
Esta versión de la traducción incluye cambios menores. Terminada el décimo día del octavo mes del año del dragón de hierro, octubre 8 de 2000, en Kathmandú, Nepal.
¡Que todos los seres sean felices!
La Joya Del Corazón Del Afortunado
Una introducción a la Gran Perfección
Consejos de mi Corazón: Capitulo 7: Dudjom Rimpoche
¡Homenaje a mi maestro!
El Gran Maestro de Oddiyana dijo una vez:
No investigues las raíces de las cosas,
¡Investiga la raíz de la Mente!
Una vez que hayas encontrado a la raíz de la Mente,
Sabrás una cosa, no obstante todo será así liberado.
Pero si no logras encontrar la raíz de la Mente,
Conocerás todo, pero no entenderás nada.
Cuando comiences a meditar en la mente, siéntate con tu cuerpo derecho, y permite que tu respiración entre y salga en forma natural. Contempla el espacio frente a ti con los ojos ni cerrados ni totalmente abiertos. Piensa que por el bienestar de todos los seres quienes han sido tus madres, vas a observar a la conciencia, el rostro de Samantabhadra. Ruega fervorosamente a tu maestro raíz, quien es inseparable de Padmasamvabha, el Guru de Oddiyana, y luego mezcla tu mente con la suya. Asiéntate en un estado meditativo equilibrado.
Sin embargo, una vez que hayas asentado tu mente, no podrás descansar por mucho tiempo en ese estado vacío y claro de conciencia pura y prístina. Tu mente comenzará a moverse y a agitarse. De manera inquieta correrá de aquí para allá, por todas partes, como un chango. Lo que estás experimentando en este momento no es la naturaleza de la mente, sino sólo pensamientos. Si permaneces con ellos y los sigues, te encontrarás recolectando todo tipo de cosas, pensando acerca de toda clase de necesidades, planeando diversas actividades. Es precisamente este tipo de actividad mental el que te ha lanzado en el pasado al oscuro océano del samsara, y no cabe duda que lo hará en el futuro. Sería mucho mejor si pudieras cortar con la siempre expansiva y negra confusión de tus pensamientos.
¿Qué pasaría si pudieras liberarte de las cadenas de tus pensamientos? ¿Cómo es la conciencia pura y prístina? ¡ Es vacía, deslumbrantemente límpida, ligera, libre y llena de gozo! No es algo que esté encadenado ni demarcado por su propia colección de atributos. No hay nada en la totalidad del samsara y el nirvana que no lo abrace. Desde el tiempo sin principio, está dentro de nosotros, innata. Nunca hemos estado sin ella, y sin embargo, está plenamente fuera de nuestro campo de acción, esfuerzo e imaginación.
Pero, ¿cómo, preguntarás, es reconocer la conciencia pura y prístina, la cara de rigpa? Aunque lo experimentes, simplemente no podrás describirlo; sería como un mudo tratando de describir sus sueños. Es imposible distinguir entre tú que descansas en la conciencia pura y prístina y la conciencia pura y prístina que estás experimentando. Cuando descansas de manera natural, desnuda, en el estado ilimitado de la conciencia pura y prístina, todos esos pensamientos molestos y veloces que no se quedan callados, ni siquiera por un instante - todas esas memorias, todos esos planes que te causan tantos problemas - pierden su poder. Desaparecen en el cielo espacioso sin nubes de la conciencia pura y prístina. Se quiebran, se desmoronan y desaparecen. Toda su fuerza se pierde en la conciencia pura y prístina.
De hecho, tienes esta conciencia pura y pristina dentro de ti. Es la sabiduría clara y desnuda del Dharmakaya. Pero, ¿Quién te puede introducir a ella?, ¿En dónde puedes asentar su base?, ¿De qué puedes estar seguro? Para empezar, es tu maestro quien te muestra el estado de la conciencia pura y prístina. Y cuando la reconoces por ti mismo, es cuando has sido introducido a tu propia naturaleza. Todas las apariencias, tanto del samsara como del nirvana, son simples despliegues de tu propia conciencia pura y pristína; toma como punto de referencia tu vida, de manera firme, tan solo la conciencia pura y prístina. Así como las olas que se levantan y surgen del océano y regresan a él, así todos los pensamientos que surgen, moran y se disuelven en esa conciencia pura y prístina. Convéncete de su disolución y así te encontrarás en un estado totalmente libre tanto de meditador como de objeto de meditación - más allá de la mente meditadora.
"¡Ah en ese caso!" Podrías pensar, "no hay necesidad de meditar". Bueno, yo puedo asegurarte que sí es necesario meditar. El mero reconocimiento de la conciencia pura y prístina no te libera. A través de tus vidas desde el tiempo sin principio te has visto envuelto en creencias falsas y hábitos engañosos. Desde entonces hasta ahora has gastado cada momento como un miserable y patético esclavo de tus pensamientos. Y cuando mueras, no se sabe a ciencia cierta a donde irás. Seguirás a tu karma y tendrás que sufrir. Es por esta razón que debes meditar, para preservar de manera continua el estado de conciencia pura y prístina al que se te ha introducido. El omnisciente Longchenpa ha dicho, "Puedes reconocer tu propia naturaleza, pero si no meditas y te familiarizas con ella, serás con un recién nacido abandonado en un campo de batalla: serás tomado por el enemigo, el ejército hostil de tus propios pensamientos." En términos generales, meditación significa familiarizarnos con el estado de descansar en la naturaleza primordial y libre de elaboraciones, a través de la atención espontánea, constante y natural. Significa acostumbrarnos a dejar en paz el estado de la conciencia pura y prístina, despojado de toda distracción o aferramiento.
¿Cómo nos acostumbraremos a morar en la naturaleza de nuestra mente? Cuando surjan pensamientos mientras meditas, déjalos que surjan; no hay necesidad de considerarlos tus enemigos. Cuando surjan, relájate en su surgimiento. Por otro lado, si no surgen, no te preguntes nervioso si acaso van a surgir o no. Simplemente descansa en su ausencia. Si aparecen de manera súbita pensamientos grandes y bien definidos durante tu meditación, es fácil reconocerlos. Pero cuando ocurren movimientos sutiles, es difícil darse cuenta que están ahí hasta mucho después. Esto es a lo que llamamos namtok wogyu, la corriente subterránea de la distracción mental. Es el ladrón de tu meditación, así que es importante mantenerlo vigilado. Si puedes estar atento en forma constante, tanto en la meditación como después de ella, mientras comes, duermes, caminas o estás sentado, es justamente eso- ¡estas en lo correcto!
El gran maestro Guru Rimpoché dijo:
Cien cosas se pueden explicar, mil se pueden decir,
Pero sólo una debes entender,
Conoce una cosa y todo se libera-
Permanece en tu naturaleza interior; ¡tú conciencia pura y prístina!
También se dice que si no meditas, no encontrarás la certidumbre: si lo haces, la conseguirás. Pero, ¿qué tipo de certidumbre? Si meditas con un esfuerzo fuerte y gozoso, aparecerán señales de cómo te has acostumbrado a morar en tu naturaleza. Tu aferramiento feroz a experimentar los fenómenos de manera dualista, gradualmente se aflojará, y tu obsesión con la felicidad y el sufrimiento, las esperanzas y miedos, etc, gradualmente se irán debilitando. Aumentará la devoción por tu maestro y tu confianza sincera en sus instrucciones. Después de un tiempo tus actitudes dualistas y tensas se evaporarán y llegarás al punto en donde el oro y las piedras, la comida y la basura, los dioses y demonios, la virtud y la no-virtud, todo será lo mismo para ti - estarás imposibilitado para escoger entre el paraíso y el infierno. Pero hasta que llegues a ese punto (mientras estés aún atrapado en las experiencias de la percepción dual), virtud y no-virtud, tierras búdicas e infiernos, felicidad y dolor, acciones y sus resultados - todo esto es la realidad para ti. Como lo dice el Gran Guru, "Mi visión va más allá del cielo, pero la atención a mis acciones y sus resultados es más fina que la harina."
Así que no vayas por ahí proclamando sé un gran meditador Dzogchen cuando de hecho no eres más que un vago pedorro que apesta a alcohol y lujuria.
Es esencial que tengas una base estable de devoción pura y samaya, unidos a un entusiasmo fuerte y gozoso que esté bien equilibrado, ni muy tenso ni muy suelto. Si eres capaz de meditar, alejándote por completo de todas las actividades y preocupaciones de esta vida, es certero que obtendrás las extraordinarias cualidades del profundo camino del Dzogchen. ¿Por qué esperar a vidas futuras? Puedes tomar por asalto a tu ciudadela primordial hoy mismo, en el presente.
Estos consejos son la sangre misma de mi corazón. ¡Mantenlos cerca y nunca los dejes ir!
IMPERMANENCIA Y MUERTE
En cuanto a que el momento de la muerte es completamente incierto, para meditar en este segundo punto, podemos considerar que, independientemente de que seamos jóvenes o no, estemos enfermos o no, la muerte llega sin hacer ningún tipo de distinciones.
Jóvenes mueren antes que personas mayores; personas que estaban muy enfermas viven más que otras personas que estaban completamente sanas.
Tampoco importará que no se haya terminado algún trabajo, o que tengamos la sensación de tener algo pendiente que hacer en la vida, porque eso tampoco va a impedir que llegue el momento de la muerte.
Aunque queden cosas por hacer, la muerte llega y no se puede evitar.
EL RESPLANDOR INMACULADO
Del testamento final de Longchenpa, el maestro Dzogchen del siglo XIV
En un cielo nocturno sin nubes, la luna llena,
"El Señor de las Estrellas" está a punto de salir.
El rostro de mi compasivo señor, Padmasambhava,
Me atrae hacia delante, irradiando su tierna bienvenida.
Mi gozo en la muerte es muchísimo mayor
Que el gozo de los mercaderes al ganar vastas fortunas en el mar,
O los señores de los dioses que se jactan de su victoria en la batalla;
O el de aquellos sabios que han entrado en el trance de la perfecta absorción.
Así, tal un viajero que se echa al camino, cuando llega el momento de partir,
No permaneceré más en este mundo,
Sino que iré a morar en la fortaleza de la gran dicha de la ausencia de la muerte.
Esta vida mía está acabada,
mi karma se ha agotado,
El beneficio que podían hacer las oraciones se ha gastado,
Todas las cosas mundanas han llegado a su fin,
El espectáculo de esta vida ha terminado.
En un instante reconoceré la misma esencia de la manifestación de mi ser
En los puros y vastos reinos de los estados del bardo;
Estoy próximo a ocupar mi asiento en el terreno de la perfección primordial.
Las riquezas que se encontraban en mí han hecho felices las mentes de otros,
He utilizado la bendición de esta vida
Para realizar todos los beneficios de la isla de la liberación;
Habiendo estado con vosotros, mis nobles discípulos, durante todo este tiempo,
La alegría de compartir la verdad me ha llenado y satisfecho.
Ahora van a terminar todas las conexiones entre nosotros en esta vida.
Soy un mendigo errante que va a morir como le plazca,
No os entristezcáis por mí, pero seguid rezando siempre.
Estas palabras las dice mi corazón, las dice para ayudaros;
Pensad que son una nube de flores de loto, y vosotros, en vuestra devoción,
Abejas que se zambullen en ellas para libar su alegría trascendente.
Por la gran bondad de estas palabras
Que los seres de todos los reinos del samsara,
En el terreno de la perfección primordial, alcancen el Nirvana.
La meditación sobre la impermanencia y la muerte es muy importante. Por esa razón fue la última enseñanza que dio Buddha. Buddha explicó que todos los fenómenos que surgen debido a causas, son impermanentes.
No es suficiente conocer sólo intelectualmente la impermanencia y la muerte. Tampoco es suficiente saber de memoria todos los puntos sobre la meditación. Lo que hay que hacer realmente es meditar día tras día hasta realizar lo que significa la impermanencia y la muerte; si no se medita así diariamente no se conseguirá frenar el apego.
También nuestro cuerpo humano es muy frágil, es como una especie de burbuja; si tuviéramos un cuerpo de hierro, entonces quizá podría resistir más en algunas situaciones, pero la realidad es que cualquier pequeña circunstancia puede acabar con nuestra vida, un alimento en mal estado puede ser suficiente, o un simple pinchazo puede causar la muerte por el tétano.
La raíz es la rama, la rama es la raíz
¡Homenaje a mi maestro!
El Gran Maestro de Oddiyana dijo una vez:
No investigues las raíces de las cosas,
¡Investiga la raíz de la Mente!
Una vez que hayas encontrado a la raíz de la Mente,
Sabrás una cosa, no obstante todo será así liberado.
Pero si no logras encontrar la raíz de la Mente,
Conocerás todo, pero no entenderás nada.
Cuando comiences a meditar en la mente, siéntate con tu cuerpo derecho, y permite que tu respiración entre y salga en forma natural. Contempla el espacio frente a ti con los ojos ni cerrados ni totalmente abiertos. Piensa que por el bienestar de todos los seres quienes han sido tus madres, vas a observar a la conciencia, el rostro de Samantabhadra. Ruega fervorosamente a tu maestro raíz, quien es inseparable de Padmasamvabha, el Guru de Oddiyana, y luego mezcla tu mente con la suya. Asiéntate en un estado meditativo equilibrado.
Sin embargo, una vez que hayas asentado tu mente, no podrás descansar por mucho tiempo en ese estado vacío y claro de conciencia pura y prístina. Tu mente comenzará a moverse y a agitarse. De manera inquieta correrá de aquí para allá, por todas partes, como un chango. Lo que estás experimentando en este momento no es la naturaleza de la mente, sino sólo pensamientos. Si permaneces con ellos y los sigues, te encontrarás recolectando todo tipo de cosas, pensando acerca de toda clase de necesidades, planeando diversas actividades. Es precisamente este tipo de actividad mental el que te ha lanzado en el pasado al oscuro océano del samsara, y no cabe duda que lo hará en el futuro. Sería mucho mejor si pudieras cortar con la siempre expansiva y negra confusión de tus pensamientos.
¿Qué pasaría si pudieras liberarte de las cadenas de tus pensamientos? ¿Cómo es la conciencia pura y prístina? ¡ Es vacía, deslumbrantemente límpida, ligera, libre y llena de gozo! No es algo que esté encadenado ni demarcado por su propia colección de atributos. No hay nada en la totalidad del samsara y el nirvana que no lo abrace. Desde el tiempo sin principio, está dentro de nosotros, innata. Nunca hemos estado sin ella, y sin embargo, está plenamente fuera de nuestro campo de acción, esfuerzo e imaginación.
Pero, ¿cómo, preguntarás, es reconocer la conciencia pura y prístina, la cara de rigpa? Aunque lo experimentes, simplemente no podrás describirlo; sería como un mudo tratando de describir sus sueños. Es imposible distinguir entre tú que descansas en la conciencia pura y prístina y la conciencia pura y prístina que estás experimentando. Cuando descansas de manera natural, desnuda, en el estado ilimitado de la conciencia pura y prístina, todos esos pensamientos molestos y veloces que no se quedan callados, ni siquiera por un instante - todas esas memorias, todos esos planes que te causan tantos problemas - pierden su poder. Desaparecen en el cielo espacioso sin nubes de la conciencia pura y prístina. Se quiebran, se desmoronan y desaparecen. Toda su fuerza se pierde en la conciencia pura y prístina.
De hecho, tienes esta conciencia pura y pristina dentro de ti. Es la sabiduría clara y desnuda del Dharmakaya. Pero, ¿Quién te puede introducir a ella?, ¿En dónde puedes asentar su base?, ¿De qué puedes estar seguro? Para empezar, es tu maestro quien te muestra el estado de la conciencia pura y prístina. Y cuando la reconoces por ti mismo, es cuando has sido introducido a tu propia naturaleza. Todas las apariencias, tanto del samsara como del nirvana, son simples despliegues de tu propia conciencia pura y pristína; toma como punto de referencia tu vida, de manera firme, tan solo la conciencia pura y prístina. Así como las olas que se levantan y surgen del océano y regresan a él, así todos los pensamientos que surgen, moran y se disuelven en esa conciencia pura y prístina. Convéncete de su disolución y así te encontrarás en un estado totalmente libre tanto de meditador como de objeto de meditación - más allá de la mente meditadora.
"¡Ah en ese caso!" Podrías pensar, "no hay necesidad de meditar". Bueno, yo puedo asegurarte que sí es necesario meditar. El mero reconocimiento de la conciencia pura y prístina no te libera. A través de tus vidas desde el tiempo sin principio te has visto envuelto en creencias falsas y hábitos engañosos. Desde entonces hasta ahora has gastado cada momento como un miserable y patético esclavo de tus pensamientos. Y cuando mueras, no se sabe a ciencia cierta a donde irás. Seguirás a tu karma y tendrás que sufrir. Es por esta razón que debes meditar, para preservar de manera continua el estado de conciencia pura y prístina al que se te ha introducido. El omnisciente Longchenpa ha dicho, "Puedes reconocer tu propia naturaleza, pero si no meditas y te familiarizas con ella, serás con un recién nacido abandonado en un campo de batalla: serás tomado por el enemigo, el ejército hostil de tus propios pensamientos." En términos generales, meditación significa familiarizarnos con el estado de descansar en la naturaleza primordial y libre de elaboraciones, a través de la atención espontánea, constante y natural. Significa acostumbrarnos a dejar en paz el estado de la conciencia pura y prístina, despojado de toda distracción o aferramiento.
¿Cómo nos acostumbraremos a morar en la naturaleza de nuestra mente? Cuando surjan pensamientos mientras meditas, déjalos que surjan; no hay necesidad de considerarlos tus enemigos. Cuando surjan, relájate en su surgimiento. Por otro lado, si no surgen, no te preguntes nervioso si acaso van a surgir o no. Simplemente descansa en su ausencia. Si aparecen de manera súbita pensamientos grandes y bien definidos durante tu meditación, es fácil reconocerlos. Pero cuando ocurren movimientos sutiles, es difícil darse cuenta que están ahí hasta mucho después. Esto es a lo que llamamos namtok wogyu, la corriente subterránea de la distracción mental. Es el ladrón de tu meditación, así que es importante mantenerlo vigilado. Si puedes estar atento en forma constante, tanto en la meditación como después de ella, mientras comes, duermes, caminas o estás sentado, es justamente eso- ¡estas en lo correcto!
El gran maestro Guru Rimpoché dijo:
Cien cosas se pueden explicar, mil se pueden decir,
Pero sólo una debes entender,
Conoce una cosa y todo se libera-
Permanece en tu naturaleza interior; ¡tú conciencia pura y prístina!
También se dice que si no meditas, no encontrarás la certidumbre: si lo haces, la conseguirás. Pero, ¿qué tipo de certidumbre? Si meditas con un esfuerzo fuerte y gozoso, aparecerán señales de cómo te has acostumbrado a morar en tu naturaleza. Tu aferramiento feroz a experimentar los fenómenos de manera dualista, gradualmente se aflojará, y tu obsesión con la felicidad y el sufrimiento, las esperanzas y miedos, etc, gradualmente se irán debilitando. Aumentará la devoción por tu maestro y tu confianza sincera en sus instrucciones. Después de un tiempo tus actitudes dualistas y tensas se evaporarán y llegarás al punto en donde el oro y las piedras, la comida y la basura, los dioses y demonios, la virtud y la no-virtud, todo será lo mismo para ti - estarás imposibilitado para escoger entre el paraíso y el infierno. Pero hasta que llegues a ese punto (mientras estés aún atrapado en las experiencias de la percepción dual), virtud y no-virtud, tierras búdicas e infiernos, felicidad y dolor, acciones y sus resultados - todo esto es la realidad para ti. Como lo dice el Gran Guru, "Mi visión va más allá del cielo, pero la atención a mis acciones y sus resultados es más fina que la harina."
Así que no vayas por ahí proclamando sé un gran meditador Dzogchen cuando de hecho no eres más que un vago pedorro que apesta a alcohol y lujuria.
Es esencial que tengas una base estable de devoción pura y samaya, unidos a un entusiasmo fuerte y gozoso que esté bien equilibrado, ni muy tenso ni muy suelto. Si eres capaz de meditar, alejándote por completo de todas las actividades y preocupaciones de esta vida, es certero que obtendrás las extraordinarias cualidades del profundo camino del Dzogchen. ¿Por qué esperar a vidas futuras? Puedes tomar por asalto a tu ciudadela primordial hoy mismo, en el presente.
Estos consejos son la sangre misma de mi corazón. ¡Mantenlos cerca y nunca los dejes ir!
IMPERMANENCIA Y MUERTE
En cuanto a que el momento de la muerte es completamente incierto, para meditar en este segundo punto, podemos considerar que, independientemente de que seamos jóvenes o no, estemos enfermos o no, la muerte llega sin hacer ningún tipo de distinciones.
Jóvenes mueren antes que personas mayores; personas que estaban muy enfermas viven más que otras personas que estaban completamente sanas.
Tampoco importará que no se haya terminado algún trabajo, o que tengamos la sensación de tener algo pendiente que hacer en la vida, porque eso tampoco va a impedir que llegue el momento de la muerte.
Aunque queden cosas por hacer, la muerte llega y no se puede evitar.
EL RESPLANDOR INMACULADO
Del testamento final de Longchenpa, el maestro Dzogchen del siglo XIV
En un cielo nocturno sin nubes, la luna llena,
"El Señor de las Estrellas" está a punto de salir.
El rostro de mi compasivo señor, Padmasambhava,
Me atrae hacia delante, irradiando su tierna bienvenida.
Mi gozo en la muerte es muchísimo mayor
Que el gozo de los mercaderes al ganar vastas fortunas en el mar,
O los señores de los dioses que se jactan de su victoria en la batalla;
O el de aquellos sabios que han entrado en el trance de la perfecta absorción.
Así, tal un viajero que se echa al camino, cuando llega el momento de partir,
No permaneceré más en este mundo,
Sino que iré a morar en la fortaleza de la gran dicha de la ausencia de la muerte.
Esta vida mía está acabada,
mi karma se ha agotado,
El beneficio que podían hacer las oraciones se ha gastado,
Todas las cosas mundanas han llegado a su fin,
El espectáculo de esta vida ha terminado.
En un instante reconoceré la misma esencia de la manifestación de mi ser
En los puros y vastos reinos de los estados del bardo;
Estoy próximo a ocupar mi asiento en el terreno de la perfección primordial.
Las riquezas que se encontraban en mí han hecho felices las mentes de otros,
He utilizado la bendición de esta vida
Para realizar todos los beneficios de la isla de la liberación;
Habiendo estado con vosotros, mis nobles discípulos, durante todo este tiempo,
La alegría de compartir la verdad me ha llenado y satisfecho.
Ahora van a terminar todas las conexiones entre nosotros en esta vida.
Soy un mendigo errante que va a morir como le plazca,
No os entristezcáis por mí, pero seguid rezando siempre.
Estas palabras las dice mi corazón, las dice para ayudaros;
Pensad que son una nube de flores de loto, y vosotros, en vuestra devoción,
Abejas que se zambullen en ellas para libar su alegría trascendente.
Por la gran bondad de estas palabras
Que los seres de todos los reinos del samsara,
En el terreno de la perfección primordial, alcancen el Nirvana.
La meditación sobre la impermanencia y la muerte es muy importante. Por esa razón fue la última enseñanza que dio Buddha. Buddha explicó que todos los fenómenos que surgen debido a causas, son impermanentes.
No es suficiente conocer sólo intelectualmente la impermanencia y la muerte. Tampoco es suficiente saber de memoria todos los puntos sobre la meditación. Lo que hay que hacer realmente es meditar día tras día hasta realizar lo que significa la impermanencia y la muerte; si no se medita así diariamente no se conseguirá frenar el apego.
También nuestro cuerpo humano es muy frágil, es como una especie de burbuja; si tuviéramos un cuerpo de hierro, entonces quizá podría resistir más en algunas situaciones, pero la realidad es que cualquier pequeña circunstancia puede acabar con nuestra vida, un alimento en mal estado puede ser suficiente, o un simple pinchazo puede causar la muerte por el tétano.
La raíz es la rama, la rama es la raíz
Ajahn Chan
Tan pronto nacemos ya estamos muertos. Nuestro nacimiento y nuestra muerte son sólo una cosa. Es como un árbol; donde hay una raíz, tiene que haber ramas. Si hay ramas, tiene que haber raíz. No se pueden tener las unas sin las otras.
Resulta un tanto ridículo ver cómo en los funerales la gente está tan llena de dolor y aflicción, temerosa y triste, mientras que cuando ocurre un nacimiento se siente feliz y encantada. Es un engaño; nadie se ha parado a mirarlo con claridad.
Creo que si verdaderamente quieres llorar ,sería mejor hacerlo en el momento del nacimiento, porque realmente nacer es morir, morir es nacer, la raíz es la rama, la rama es la raíz.
Si tienes que llorar, llora por la raíz, llora por el nacimiento. Míralo con mas detalle: si no hubiera nacimiento no habría muerte: ¿Puedes entenderlo?
Hay que meditar en la impermanencia y la muerte porque nos sirve para estar preparados
antes de que esta llegue; es lo que nos da el impulso para que seamos capaces de hacer los
preparativos necesarios para cuando llegue el momento.
Si meditamos en la impermanencia y en la muerte, obtendremos mucho beneficio y ventajas.
La primera de ellas es que se desarrolla un fuerte interés por la práctica, y de esa manera, uno puede alcanzar todos los niveles del camino, desde los niveles básicos hasta la buddheidad.
¿Cuáles son las desventajas de no meditar en la impermanencia?
¿Cuáles son las ventajas de meditar en ella?
Las desventajas de no meditar son que no se tendrá ningún interés por la vía espiritual; uno se dejará arrastrar completamente por los intereses mundanos y no se harán los preparativos para ese viaje que se ha de hacer antes o después.
Suponiendo que se tenga algún interés por practicar, se irá dejando siempre para más adelante; no se verá el momento de comenzar, siempre se irá posponiendo y posponiendo hasta que llegará el momento de la muerte sin haber hecho nada. Y aún en el caso de comenzar la práctica no será pura, no será perfecta, debido a que en el fondo uno practicará impulsado por sus propios intereses mundanos, como tener una buena reputación o fama, no tener obstáculos ni enfermedades y tener una vida larga.
El deseo de que los demás nos consideren un buen practicante, un buen meditador a veces está muy escondido en nosotros, pero en el fondo está ahí. Eso impide que la práctica sea una práctica pura de Dharma, porque la motivación que uno tiene no es la adecuada. Además, aunque la motivación sea buena, si no se medita en la impermanencia y en la muerte, la práctica no tendrá intensidad.
Cuando se está muy interesado por algún tipo de actividad, se hace con mucho gusto y sin esfuerzo. Con la práctica ocurre algo parecido. Si no se siente mucho placer por practicar, todo se hace duro y pesado y ese gusto por la práctica sólo puede surgir si se medita en la impermanencia y la muerte.
Otra desventaja de no meditar en la impermanencia y la muerte es que uno se involucrará continuamente en acciones negativas. Si no se ha meditado, cuando llegue el momento de la muerte, surge una gran preocupación y pesar; uno tiene la sensación de que no ha aprovechado el tiempo de vida. Pero cuando llegue ese momento, ya de nada sirve esa gran preocupación,
ese gran arrepentimiento, porque ya no hay tiempo de solucionarlo.
La meditación sobre la impermanencia y la muerte es muy poderosa, porque consigue que no nos puedan perjudicar o arrastrar los engaños como el apego, el odio o la ignorancia, ya que se tiene una fuerte determinación para frenarlos.
Cuando uno empieza a practicar, también es muy importante la meditación en la impermanencia y la muerte porque nos provee de fuerzas para comenzar la práctica.
De hecho, la impermanencia y la muerte son el motivo que ha impulsado a muchos de los grandes practicantes como Milarepa, que al ver la muerte de uno de sus benefactores, sintió una fuerte necesidad de dedicarse de lleno a la práctica.
Esta meditación es importante para dar continuidad a la práctica de un modo correcto y también es muy importante para concluirla, es decir, para que podamos terminarla de una manera perfecta.
Otra ventaja será que al llegar el momento de la muerte, uno lo aceptará sin ningún tipo de preocupación; si se ha sido un gran practicante, incluso se aceptará ese momento con alegría, como si se tratara simplemente de un cambio, cambiar un viejo cuerpo por uno nuevo.
Si se ha sido un practicante de tipo medio, al menos no se tendrá ningún tipo de temor, y si se ha sido un practicante de tipo básico, no se tendrá ningún tipo de pesar o preocupación.
Puesto que la muerte es algo por lo que tenemos que pasar, es muy importante hacer los preparativos; es como si supiéramos con certeza que vamos a tener que ir a India, haríamos todos los preparativos necesarios para ir.
Además, hay que tener en cuenta que en un viaje común, como ir a India, se puede recibir ayuda de otras personas que tengan experiencia; pero en el momento de la muerte, lo único que nos va a servir de ayuda realmente es la práctica del Dharma.
Así pues, no hay nadie que pueda escapar a la muerte;
incluso Buddha pasó por ese proceso de la muerte para mostrárnoslo.
Buddha, que no tiene un cuerpo ordinario y no está sometido igual que nosotros al karma y a los engaños,
se ha mostrado pasando por ese proceso de la muerte,
¿cómo vamos a escapar nosotros?
No hay manera de escapar al momento de la muerte; uno no puede irse a otro lugar y esconderse.
No se puede pagar dinero para alargar el tiempo de vida, no hay manera de escapar cuando llegue ese momento.
La duración de la vida viene determinada por el karma que uno mismo haya podido crear, por los méritos que uno pueda tener acumulados en esta vida.
El tiempo de vida es muy difícil de alargar; el tiempo va pasando, se va acabando... es algo que no se puede evitar, es como el agua en los ríos de montaña que fluye de un modo continuo, sin poder evitarlo; nuestro tiempo de vida fluye de la misma manera, se va gastando, se va perdiendo.
Otro aspecto a tener en cuenta también para meditar en este punto de la certeza de la muerte es que, independientemente de que hayamos aprovechado o no el tiempo de nuestra vida, la muerte va a llegar.
¡Pero no es fácil!
A veces, en nuestra juventud, nos resulta difícil practicar porque no tenemos interés por la práctica; después en una etapa intermedia de la vida, tenemos muchas obligaciones, y más tarde nos resulta también difícil practicar porque quizá ya somos demasiado mayores y tenemos otros obstáculos y dificultades. Pero independientemente de que hayamos aprovechado el tiempo o no, la muerte llega.
Aún suponiendo que todas las personas del mundo fueran nuestros amigos y nos cogieran de la mano para que no nos marchásemos, no lo podrían conseguir.
Tampoco las cosas materiales, por muchas riquezas que se tengan, pueden ser de ayuda en ese momento. No puede uno llevarse nada consigo.
Tanto esfuerzo para acumular y todo se queda ahí, sin ser de ninguna ayuda en ese momento. Incluso aunque se tuvieran alimentos y ropa para cien años, en el momento de la muerte, uno no podría llevarse consigo ni un poquito, no le serviría para nada.
E incluso nuestro propio cuerpo, que es algo tan querido para nosotros y que siempre protegemos y cuidamos tanto, en el momento de la muerte se convierte en un gran obstáculo, pues tenemos que abandonarlo.
Llegado ese momento, lo único que verdaderamente nos puede servir de ayuda es la práctica del Dharma; esto quiere decir que lo único que nos va a ayudar es todo el karma positivo que hayamos acumulado, lo único que nos va a acompañar es nuestro karma, ya sea positivo o negativo. Por eso se dice que en el momento de la muerte, la única ayuda que tenemos es la práctica del Dharma: todas aquellas impresiones que han podido quedar en nuestra mente debido a haber practicado, a haber pensado y actuado de un modo positivo. En el momento de la muerte se puede decir que el Dharma o el karma positivo, es el único guía que tenemos, nuestro único alimento, la única compañía o ayuda que vamos a tener en ese camino.
Estar Preparado
Hay que hacer los preparativos antes de que llegue la muerte.
Si hacemos los preparativos ahora, entonces, en el momento de la muerte,
la práctica del Dharma nos será realmente de ayuda.
Porque si tan sólo pensamos, "el Dharma es lo único que me va a ayudar en ese momento",
pero no lo aplicamos, no nos servirá de nada.
UNA PRÁCTICA SENCILLA SOBRE LA IMPERMANENCIA Y LA MUERTE
Estoy aquí, sentado, y pienso en todos los seres que ahora están muertos.
"Desde tiempos inmemoriales, innumerables seres han llegado, han usado su tiempo y se han ido. Sólo recordamos los nombres y los actos de unos pocos. Sus muchos dolores y deleites, victorias y derrotas son hoy (como ellos) meras sombras. Y así será con todos los que conozco y conmigo mismo.
El tiempo convertirá en fantasmas todas las preocupaciones que me ahogan, todas las incertidumbres que me acosan y todos los placeres que persigo. Por lo tanto, contemplaré la
realidad de mi propia muerte para poder entender lo que es verdaderamente valioso en la vida.
Porque mi muerte puede llegar pronto, pagaré todas mis deudas,
pagaré todas las injurias y no tendré diferencias con nadie.
Porque mi muerte puede llegar pronto, no malgastaré mi tiempo repasando viejos errores,
sino que utilizaré cada día como si fuese el último.
Porque mi muerte puede llegar pronto, prefiero purificar mi mente antes que acicalar mi cuerpo.
Porque mi muerte puede llegar pronto y separarme de los que quiero,
desarrollaré el desapego y la compasión antes que la posesividad y el interés.
Porque mi muerte puede llegar pronto, usaré cada día íntegramente,
sin desperdiciarlo en objetivos infructuosos o en anhelos vanos.
Ojalá que esté preparado cuando llegue la muerte.
Ojalá que no tenga terror cuando se desvanezca la vida.
Ojalá que mi desapego me permita liberar el corazón".
Tan pronto nacemos ya estamos muertos. Nuestro nacimiento y nuestra muerte son sólo una cosa. Es como un árbol; donde hay una raíz, tiene que haber ramas. Si hay ramas, tiene que haber raíz. No se pueden tener las unas sin las otras.
Resulta un tanto ridículo ver cómo en los funerales la gente está tan llena de dolor y aflicción, temerosa y triste, mientras que cuando ocurre un nacimiento se siente feliz y encantada. Es un engaño; nadie se ha parado a mirarlo con claridad.
Creo que si verdaderamente quieres llorar ,sería mejor hacerlo en el momento del nacimiento, porque realmente nacer es morir, morir es nacer, la raíz es la rama, la rama es la raíz.
Si tienes que llorar, llora por la raíz, llora por el nacimiento. Míralo con mas detalle: si no hubiera nacimiento no habría muerte: ¿Puedes entenderlo?
Hay que meditar en la impermanencia y la muerte porque nos sirve para estar preparados
antes de que esta llegue; es lo que nos da el impulso para que seamos capaces de hacer los
preparativos necesarios para cuando llegue el momento.
Si meditamos en la impermanencia y en la muerte, obtendremos mucho beneficio y ventajas.
La primera de ellas es que se desarrolla un fuerte interés por la práctica, y de esa manera, uno puede alcanzar todos los niveles del camino, desde los niveles básicos hasta la buddheidad.
¿Cuáles son las desventajas de no meditar en la impermanencia?
¿Cuáles son las ventajas de meditar en ella?
Las desventajas de no meditar son que no se tendrá ningún interés por la vía espiritual; uno se dejará arrastrar completamente por los intereses mundanos y no se harán los preparativos para ese viaje que se ha de hacer antes o después.
Suponiendo que se tenga algún interés por practicar, se irá dejando siempre para más adelante; no se verá el momento de comenzar, siempre se irá posponiendo y posponiendo hasta que llegará el momento de la muerte sin haber hecho nada. Y aún en el caso de comenzar la práctica no será pura, no será perfecta, debido a que en el fondo uno practicará impulsado por sus propios intereses mundanos, como tener una buena reputación o fama, no tener obstáculos ni enfermedades y tener una vida larga.
El deseo de que los demás nos consideren un buen practicante, un buen meditador a veces está muy escondido en nosotros, pero en el fondo está ahí. Eso impide que la práctica sea una práctica pura de Dharma, porque la motivación que uno tiene no es la adecuada. Además, aunque la motivación sea buena, si no se medita en la impermanencia y en la muerte, la práctica no tendrá intensidad.
Cuando se está muy interesado por algún tipo de actividad, se hace con mucho gusto y sin esfuerzo. Con la práctica ocurre algo parecido. Si no se siente mucho placer por practicar, todo se hace duro y pesado y ese gusto por la práctica sólo puede surgir si se medita en la impermanencia y la muerte.
Otra desventaja de no meditar en la impermanencia y la muerte es que uno se involucrará continuamente en acciones negativas. Si no se ha meditado, cuando llegue el momento de la muerte, surge una gran preocupación y pesar; uno tiene la sensación de que no ha aprovechado el tiempo de vida. Pero cuando llegue ese momento, ya de nada sirve esa gran preocupación,
ese gran arrepentimiento, porque ya no hay tiempo de solucionarlo.
La meditación sobre la impermanencia y la muerte es muy poderosa, porque consigue que no nos puedan perjudicar o arrastrar los engaños como el apego, el odio o la ignorancia, ya que se tiene una fuerte determinación para frenarlos.
Cuando uno empieza a practicar, también es muy importante la meditación en la impermanencia y la muerte porque nos provee de fuerzas para comenzar la práctica.
De hecho, la impermanencia y la muerte son el motivo que ha impulsado a muchos de los grandes practicantes como Milarepa, que al ver la muerte de uno de sus benefactores, sintió una fuerte necesidad de dedicarse de lleno a la práctica.
Esta meditación es importante para dar continuidad a la práctica de un modo correcto y también es muy importante para concluirla, es decir, para que podamos terminarla de una manera perfecta.
Otra ventaja será que al llegar el momento de la muerte, uno lo aceptará sin ningún tipo de preocupación; si se ha sido un gran practicante, incluso se aceptará ese momento con alegría, como si se tratara simplemente de un cambio, cambiar un viejo cuerpo por uno nuevo.
Si se ha sido un practicante de tipo medio, al menos no se tendrá ningún tipo de temor, y si se ha sido un practicante de tipo básico, no se tendrá ningún tipo de pesar o preocupación.
Puesto que la muerte es algo por lo que tenemos que pasar, es muy importante hacer los preparativos; es como si supiéramos con certeza que vamos a tener que ir a India, haríamos todos los preparativos necesarios para ir.
Además, hay que tener en cuenta que en un viaje común, como ir a India, se puede recibir ayuda de otras personas que tengan experiencia; pero en el momento de la muerte, lo único que nos va a servir de ayuda realmente es la práctica del Dharma.
Así pues, no hay nadie que pueda escapar a la muerte;
incluso Buddha pasó por ese proceso de la muerte para mostrárnoslo.
Buddha, que no tiene un cuerpo ordinario y no está sometido igual que nosotros al karma y a los engaños,
se ha mostrado pasando por ese proceso de la muerte,
¿cómo vamos a escapar nosotros?
No hay manera de escapar al momento de la muerte; uno no puede irse a otro lugar y esconderse.
No se puede pagar dinero para alargar el tiempo de vida, no hay manera de escapar cuando llegue ese momento.
La duración de la vida viene determinada por el karma que uno mismo haya podido crear, por los méritos que uno pueda tener acumulados en esta vida.
El tiempo de vida es muy difícil de alargar; el tiempo va pasando, se va acabando... es algo que no se puede evitar, es como el agua en los ríos de montaña que fluye de un modo continuo, sin poder evitarlo; nuestro tiempo de vida fluye de la misma manera, se va gastando, se va perdiendo.
Otro aspecto a tener en cuenta también para meditar en este punto de la certeza de la muerte es que, independientemente de que hayamos aprovechado o no el tiempo de nuestra vida, la muerte va a llegar.
¡Pero no es fácil!
A veces, en nuestra juventud, nos resulta difícil practicar porque no tenemos interés por la práctica; después en una etapa intermedia de la vida, tenemos muchas obligaciones, y más tarde nos resulta también difícil practicar porque quizá ya somos demasiado mayores y tenemos otros obstáculos y dificultades. Pero independientemente de que hayamos aprovechado el tiempo o no, la muerte llega.
Aún suponiendo que todas las personas del mundo fueran nuestros amigos y nos cogieran de la mano para que no nos marchásemos, no lo podrían conseguir.
Tampoco las cosas materiales, por muchas riquezas que se tengan, pueden ser de ayuda en ese momento. No puede uno llevarse nada consigo.
Tanto esfuerzo para acumular y todo se queda ahí, sin ser de ninguna ayuda en ese momento. Incluso aunque se tuvieran alimentos y ropa para cien años, en el momento de la muerte, uno no podría llevarse consigo ni un poquito, no le serviría para nada.
E incluso nuestro propio cuerpo, que es algo tan querido para nosotros y que siempre protegemos y cuidamos tanto, en el momento de la muerte se convierte en un gran obstáculo, pues tenemos que abandonarlo.
Llegado ese momento, lo único que verdaderamente nos puede servir de ayuda es la práctica del Dharma; esto quiere decir que lo único que nos va a ayudar es todo el karma positivo que hayamos acumulado, lo único que nos va a acompañar es nuestro karma, ya sea positivo o negativo. Por eso se dice que en el momento de la muerte, la única ayuda que tenemos es la práctica del Dharma: todas aquellas impresiones que han podido quedar en nuestra mente debido a haber practicado, a haber pensado y actuado de un modo positivo. En el momento de la muerte se puede decir que el Dharma o el karma positivo, es el único guía que tenemos, nuestro único alimento, la única compañía o ayuda que vamos a tener en ese camino.
Estar Preparado
Hay que hacer los preparativos antes de que llegue la muerte.
Si hacemos los preparativos ahora, entonces, en el momento de la muerte,
la práctica del Dharma nos será realmente de ayuda.
Porque si tan sólo pensamos, "el Dharma es lo único que me va a ayudar en ese momento",
pero no lo aplicamos, no nos servirá de nada.
UNA PRÁCTICA SENCILLA SOBRE LA IMPERMANENCIA Y LA MUERTE
Estoy aquí, sentado, y pienso en todos los seres que ahora están muertos.
"Desde tiempos inmemoriales, innumerables seres han llegado, han usado su tiempo y se han ido. Sólo recordamos los nombres y los actos de unos pocos. Sus muchos dolores y deleites, victorias y derrotas son hoy (como ellos) meras sombras. Y así será con todos los que conozco y conmigo mismo.
El tiempo convertirá en fantasmas todas las preocupaciones que me ahogan, todas las incertidumbres que me acosan y todos los placeres que persigo. Por lo tanto, contemplaré la
realidad de mi propia muerte para poder entender lo que es verdaderamente valioso en la vida.
Porque mi muerte puede llegar pronto, pagaré todas mis deudas,
pagaré todas las injurias y no tendré diferencias con nadie.
Porque mi muerte puede llegar pronto, no malgastaré mi tiempo repasando viejos errores,
sino que utilizaré cada día como si fuese el último.
Porque mi muerte puede llegar pronto, prefiero purificar mi mente antes que acicalar mi cuerpo.
Porque mi muerte puede llegar pronto y separarme de los que quiero,
desarrollaré el desapego y la compasión antes que la posesividad y el interés.
Porque mi muerte puede llegar pronto, usaré cada día íntegramente,
sin desperdiciarlo en objetivos infructuosos o en anhelos vanos.
Ojalá que esté preparado cuando llegue la muerte.
Ojalá que no tenga terror cuando se desvanezca la vida.
Ojalá que mi desapego me permita liberar el corazón".